Joven agricultor de Coquimbo Franco Donaire destaca con sus lechugas hidropónicas: “Es alta la demanda”

Autor: Indap Coquimbo

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Franco Donaire - lechugas hidropónicas Coquimbo

Con dos años dedicados a la producción de lechugas hidropónicas, Franco Donaire Rivadeneira se ha ido consolidando en el exigente nicho de los mercados mayoristas de La Serena y Coquimbo con su empresa SEID Hidroponía.

Las variedades que ofrece, lollo bionda y hoja de roble, son muy apetecidas y es habitual que quede corto de stock. “Uno no creería que en la región existe una demanda tan alta, pero me pasa que mensualmente entrego 5.000 unidades y aun así me faltan para cubrir los pedidos”, cuenta.

Franco lleva a cabo su actividad en la localidad de Tambillos, comuna de Coquimbo. Es usuario del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), tiene 26 años de edad y es ingeniero agrónomo egresado de la Universidad de La Serena. Explica que optó por trabajar la tierra porque “si bien es una labor ardua y demanda hartas horas del día, es bien bonita. Mis antepasados son del campo, se dedicaban a la agricultura y a la ganadería, y de ahí que fui sacando esas raíces a flote”.

Recuerda que comenzó con un pequeño invernadero que le permitía obtener 1.000 unidades de lechugas al mes. Viendo que existía una necesidad creciente, con el paso del tiempo fue ahorrando para la construcción de otro módulo más grande, que a la postre le permitió alcanzar los volúmenes que hoy comercializa.

A medida que avanza en la conversación, Franco entrega pistas del porqué sus producciones son tan requeridas. Según él, una de las claves es el tamaño: “Me baso en un estándar de supermercado, es decir, que sean de un calibre grande, que es por sobre los 200 gramos de materia vegetal. Eso da una lechuga bastante bonita y grande, y eso es bien importante para el mercado”.

- ¿Otra característica a considerar?

- La presentación. El color también es relevante, que sea de un verde intenso y que se vea limpia. Además, trato de controlar las plagas y enfermedades de manera agroecológica y natural. Todo eso ayuda a que llamen la atención y que la gente quiera consumirlas.

Franco dice que en este proceso un apoyo fundamental es INDAP: “Ha sido excelente. Participo del Programa Mi Primer Negocio Rural y a través de las capacitaciones que hemos tenido me he ido desarrollando como agricultor y también como persona”.

El director regional de INDAP, Víctor Illanes, comenta que para la Agricultura Familiar Campesina e Indígena local “es muy significativo conocer la historia y el trabajo que hay detrás de la empresa SEID Hidroponía, ya que lo que hace Franco es un ejemplo a seguir, sobre todo por la dedicación y la ganas que tiene por destacar a nivel regional. A través del Programa Mi Primer Negocio Rural lo asesoramos en diversas áreas; además, él postuló y se adjudicó la construcción de un invernadero para 4.000 lechugas. Esto es un salto cuantitativo en su negocio y le permitirá alcanzar más mercados”.

- Franco, ¿qué proyectos tiene a futuro?

- Siempre me he proyectado de manera cautelosa, pero de aquí a cinco años mi idea es tener unos cuatro invernaderos y producir unas 16.000 lechugas hidropónicas al mes, llegando a más lugares, idealmente supermercados. Todo esto siempre pensando en ir mejorando la calidad e inocuidad de la lechuga y que los procesos sean cada vez más eficientes.

Para el seremi de Agricultura, Christian Álvarez, el acompañamiento que está haciendo INDAP con los jóvenes rurales “es muy meritorio, toda vez que venimos apostando por ir estrechando lazos con las nuevas generaciones para motivarlos a permanecer en el campo. Para que aquello se logre, es clave que como Gobierno seamos capaces de poner a su disposición las herramientas necesarias para su desarrollo, tal como lo hace INDAP con el Programa Mi Primer Negocio Rural, del cual Franco es participante”.

Quienes deseen contactarse con Franco Donaire lo pueden hacer a través del WhatsApp +56 9 5690 1141 o sus redes sociales: @agro.seid en Instagram y eidhidroponia en TikTok.